A veces se me olvida cuánto me gusta trabajar con las manos, sólo a veces...





miércoles, 14 de agosto de 2013

Sal de Vainilla




Año: 2012

SINOPSIS:

Álex es un cocinero de gran talento, pero su premiado restaurante, cuya peculiaridad reside en que no cocina con productos procedentes originariamente de América, está cada día más vacío. Es brusco, algo excéntrico y de pocas palabras.

Annette es una joven canadiense que aterriza casi por azar en el restaurante de Álex, sin experiencia en la cocina pero con un máster en antropología alimentaria bajo el brazo. Es dulce, enérgica y en su cabeza siempre bullen mil ideas.

Son polos opuestos, sin embargo hay algo que ambos comparten: un oscuro pasado.



Al principio me fué de difícil lectura, sencillamente porque no me gustaba el personaje principal, Álex, con un carácter bastante irascible, que saltaba continuamente de una bronca a otra. Poco a poco el libro nos descubre su pasado y comprendemos un poco su mal genio, a la vez que el personaje cambia gradualmente al entrar Annette en su vida. De ella también veremos qué esconde su pasado y, aún siendo tan diferentes los dos, lo mucho que tienen en común. De algún personaje secundario destacar su particular manera de enfocar las relaciones humanas y sobre todas las cosas, el amor y la pasión entre fogones.

El restaurante está en un pueblo de Catalunya así que me ha encantado encontrar platos típicos de la zona muy conocidos para mí compartiendo mesa con otros muy elaborados que no lo son tanto, ingredientes muy familiares (riquísimas las trompetas de la muerte os lo puedo asegurar), descubrir el orígen del nombre de algunos alimentos, vinos estupendos, y sobre todo, me he quedado con las ganas de probar la tarta de zanahoria de Annette.



"Cuando llegó a Cataluña, aunque era sólo un niño, le impactó que la gente se encerrara en su casa dando un portazo, y que fuera necesaria una llave o un timbre para entrar a visitar a alguien. Y si se tratara tan sólo de llaves, timbres y puertas, pues aún... Lo que más le dolió, de pequeño, fue descubrir lo infranqueables que pueden llegar a ser los europeos: para que te den los buenos días o para intercambiar cuatro formalidades, tienes que ser su "amigo", y eso es muy difícil, muchísimo."



1 comentario:

  1. ;) Esta mañana lo he terminado así que en breves..., comentario (^^) Besitoooos ♥

    ResponderEliminar