A veces se me olvida cuánto me gusta trabajar con las manos, sólo a veces...





viernes, 27 de marzo de 2015

Proyecto de la A a la Z: Con K de kilómetros







Amb la K de Kilómetros continuo amb el "Projecte de la A a la Z": una bicicleta antiga que deu haver recorregut un munt de quilòmetres però que ara descansa en una casa rural on l'he descobert recentment, en una estada de cap de setmana.


Con la K de Kilómetros sigo con el "Proyecto de la A a la Z": una bicicleta antigua que debe haber recorrido cientos de kilómetros hasta descansar en una casa rural donde la descubrí recientemente, durante un fin de semana.


Si quieres toda la información sobre el proyecto pincha aquí; y aunque Laura no publica desde hace un tiempo, me apetece seguir con él ahora ya como un reto individual.


Nos vemos pronto!!!



viernes, 20 de marzo de 2015

Proyecto 52 semanas Fotografía (III)






Pasamos el fin de semana en una casa rural en el Baix Empordà: tres días en una masía del año 1800 con unos espacios increíblemente bonitos y que disfrutamos -aunque el tiempo no acompañó demasiado en el exterior- con toda la familia. ¡Porque 50 años de casados no se cumplen todos los días y los abuelos lo celebraron por todo lo alto! 


Además de descansar, dar algún pequeño paseo que la lluvia nos obligó a interrumpir, alguna que otra siesta delante del hogar, comer todos juntos, charlar y sobre todo andar sin horarios establecidos... tuve tiempo de hacer algunas fotos para mi proyecto. El resto, os las enseñaré seguramente en otra entrada.


Si quieres ver mejor las fotos pásate por mi galería de Flickr.  ¡Feliz finde!

lunes, 16 de marzo de 2015

Donde siempre es otoño





Año 2012


SINOPSIS:

Como cada otoño, Ian O´Connell, afamado escritor de novelas de amor, se aísla en su apartado refugio de Crystal Lake para escribir su nuevo éxito. En su desesperada búsqueda de la inspiración que por primera vez le ha abandonado, encontrará a Elizabeth Salaya. En ese entorno idílico, mientras la va convirtiendo en la protagonista de su novela, el amor comenzará a entretejerse entre los dos sin que él sea consciente. Un amor que nunca creyó que existiera más allá de los libros, y que, junto al gran secreto que esconde Elizabeth y por el que intentará alejarlo de su lado, le harán dudar de todo lo que hasta entonces había creído firmemente. En la hirviente Manhattan, envuelta en el ardor de los candidatos en plena carrera hacia la Casa Blanca, los caminos de Ian y Elizabeth volverán a cruzarse. Pero en medio de intrigas, ambiciones y cadenas de favores que amenazan con tambalear los cimientos de la alta sociedad neoyorquina, será enfrentarse a sus sentimientos y miedos lo que cambie sus vidas para siempre.



Una historia de amor con mayúsculas, es la que vivirán nuestros protagonistas. Ian, un cínico y mujeriego escritor con la vida totalmente planificada a su gusto junto a su prometida Audrey, descubre el verdadero amor junto a Elizabeth, a quien conoce durante su refugio en Crystal Lake - un paisaje lleno de matices de colores otoñales y que tan magníficamente bien nos ha sabido describir la autora de la novela- y quién se convertirá en musa y protagonista de su libro.

Elizabeth es una mujer demasiado misteriosa y a pesar de que se enamora de Ian, desaparece de su lado repentinamente, no contesta a sus llamadas hasta que un buen día Ian descubre que ella es -o parece ser- tan fría como él e igualmente ambiciosa.

A partir de ese momento, se odiarán, sufrirán, llorarán y sus vidas cambiarán radicalmente por ese gran amor que se profesan el uno al otro, casi siempre en la distancia. Y ya no cuento más para que cada uno de vosotr@s si os apetece, descubráis el resto de la historia. Algo es muy cierto: la vida puede cambiar radicalmente en un momento y hay que vivirla como si hoy fuera el último día.


"Un movimiento en el sendero llamó su atención, y entrecerró los ojos para evitar los cegadores rayos. Aguzó la mirada y a través del fulgor creyó distinguir la figura de una mujer envuelta en una prenda gris. Pero todo duró un brevísimo instante. Fue como una sombra, un reflejo de oro en medio de minúsculas partículas que brillaban en el aire a contraluz y que parecían el agitado y mágico polvo de un ángel que abría sus alas, o tal vez simplemente los brazos, y que, de pronto, se desvaneció con el último destello de sol."


♥ ♥ ♥ ♥
(4/5)








domingo, 8 de marzo de 2015

Atardeceres de invierno: cuando menos es más






Capvespre des del Parc de les Deveses (Salt)


Ayer sábado pude disfrutar de todo un espectáculo de luz y color, un cielo de los que te dejan sin aire. Iba a recoger a mi pequeña y no podía dejar de mirar, es que ni siquiera hacía falta levantar demasiado la vista puesto que conducía en dirección a la puesta de sol. Y ahí estaba. Cambiando de colores.

Y por si fuera poco, me he llevado un poquito de ese atardecer de invierno a mi casa. Hay veces en las que no hace falta mucho más para acabar muy bien el día.