A veces se me olvida cuánto me gusta trabajar con las manos, sólo a veces...





viernes, 26 de febrero de 2016

El cuento número trece (Diane Setterfield)





Año 2006


SINOPSIS:

Cuando una vieja escritora acostumbrada a mentir y una joven librera empeñada en saber la verdad se encuentran, regresan los fantasmas del pasado, los secretos de una familia marcada por el exceso, las cenizas de un incendio memorable y el perfil de un ser extraño que aparece y desaparece tras las cortinas de una mansión. Entre mentiras, recuerdos e imaginación se teje la vida de la señora Winter, una famosa novelista ya muy entrada en años que pide ayuda a Margaret, una mujer joven y amante de los libros, para contar por fin la historia de su misterioso pasado. "Cuéntame la verdad", pide Margaret, pero la verdad duele, y solo el día en que Vida Winter muera sabremos qué secretos encerraba.


Margaret es una biógrafa de carácter bastante introvertido que recibe el encargo de escribir sobre la vida de la señorita Winter, una famosa además de excéntrica escritora de quién se desconoce el pasado y de quién Margaret no ha leído ni un solo libro. Antes de decidirse a aceptar el trabajo, lee algunas de sus obras entre las que se encuentra un ejemplar con un error en la portada, un ejemplar único que debería contener trece cuentos y en su interior sólo constan doce. Intrigada, decide aceptar e instalarse en su casa.

Tanto escritora como biógrafa parece que poseen algo en común y es que ambas tienen una hermana gemela. Margaret supo de la existencia de la suya por una casualidad, muerta nada más nacer y desde entonces a ella la persigue una sensación de pérdida y culpabilidad; por otro lado Winter relata como fue su existencia a la sombra de toda una serie de personajes fantasmagóricos, extraños e imprecedibles, en un entorno familiar complejo y anormal.

Es el relato de una historia de amor fraternal en toda su amplitud pero también de celos, que alcanzará su punto culminante con un incendio provocado en la mansión Angelfield, el que otrora fue hogar de la señorita Winter y que lo cambiará todo.

Poco puedo contar sin descubrir nada, porque en este libro nada ni nadie es lo que parece así que dejo a vuestro criterio elegir su lectura. La manera de escribir es detallada y a la vez ágil, en ningún momento se me ha hecho pesado sino al contrario, me costaba soltarlo. Añadir que el final para mi ha sido sorprendente, un sola pega le pondría y es que la autora quiere dejar el círculo tan cerrado que ciertos desenlaces en sus últimas páginas parecen demasiado precipitados. Eso sí, no deja absolutamente nada en el aire, incluído el famoso cuento número trece.


"El tejido cicatrizado había encogido los dedos, de manera que en lugar de abiertos estaban contraídos en una garra. En el centro de la palma, entre decenas de pequeñas cicatrices y quemaduras, había una marca grotesca. Era tan profunda que con una repentina sensación de náusea me pregunté qué había sido del hueso que hubiera debido estar allí."


♥ ♥ ♥ ♥  

(4/5)



 



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