Año: 2012
SINOPSIS:
Cuando Natalie Ward recibe la noticia de la enfermedad terminal de su madre Nettie, no duda en regresar a su pueblo natal, en la pequeña localidad canadiense de Atwood, tras más de treinta años de ausencia. En el largo viaje de autobús que emprende desde Vancouver, rememora su idílica infancia y los acontecimientos que en 1968 le cambiaron la vida, y la de su familia.
Entonces ella vivía en la granja familiar con sus padres y sus cuatro hermanos varones. Pero un caluroso día de julio, al entrar el joven River por primera vez en su jardín, comprendió que todo cambiaría. River, que representaba un mundo libre de conservadurismos opuesto a lo que había vivido hasta entonces, entró a trabajar en la granja y se ganó en poco tiempo el cariño de la familia y especialmente la admiración de Natalie. Pero, a partir de ese momento, también se empezó a tambalear su estable vida familiar.
Mi primera lectura elegida para el "Reto Serendipia recomienda 2015" es una novela que narra los sucesos que marcaron a una adolescente, Natalie, y a su familia en una granja a pocos kilómetros de un pequeño pueblo, Atwood, un verano cualquiera en una época donde los prejuicios eran muchos y la sociedad poco o nada "permisiva" en cuánto a sexo, drogas, ideas políticas, etc... se refiere. Los años 60.
Desde la actualidad y mientras Natalie viaja de regreso a casa en respuesta a la llamada de su hermano mayor, va recordando -y a la vez nos va narrando- cómo los acontecimientos se fueron sucediendo de tal forma que ella tardó 30 años en regresar al hogar donde fue feliz durante su infancia, junto a una familia unida hasta la llegada de River, un muchacho americano que huye de su país y se queda a trabajar en la granja de la familia Ward.
Natalie rememora los detalles de lo ocurrido entonces y cómo el amor, la desesperación, la confianza, la culpabilidad, el silencio... quebrarán esa unión familiar casi perfecta.
Me han encantado las cuidadas descripciones de los paisajes, la granja, los bosques, el lago y sobre todo, los personajes: tanto Natalie, como sus hermanos, sus padres y también River. Como muy bien dice Boyer de él casi al final del libro:
"El problema era que todos pensábamos que River era perfecto -ha añadido-. Pero, como todos los demás, era humano. Con fallos y fragilidades."
Desde la actualidad y mientras Natalie viaja de regreso a casa en respuesta a la llamada de su hermano mayor, va recordando -y a la vez nos va narrando- cómo los acontecimientos se fueron sucediendo de tal forma que ella tardó 30 años en regresar al hogar donde fue feliz durante su infancia, junto a una familia unida hasta la llegada de River, un muchacho americano que huye de su país y se queda a trabajar en la granja de la familia Ward.
Natalie rememora los detalles de lo ocurrido entonces y cómo el amor, la desesperación, la confianza, la culpabilidad, el silencio... quebrarán esa unión familiar casi perfecta.
Me han encantado las cuidadas descripciones de los paisajes, la granja, los bosques, el lago y sobre todo, los personajes: tanto Natalie, como sus hermanos, sus padres y también River. Como muy bien dice Boyer de él casi al final del libro:
"El problema era que todos pensábamos que River era perfecto -ha añadido-. Pero, como todos los demás, era humano. Con fallos y fragilidades."
♥ ♥ ♥ ♥ ♥
(5/5)
M'ho apunto, Montse que té molt bona pinta!
ResponderEliminarPetonets i bona setmana!!!
Charo